Suele ser común el que cualquier Scout recién ingresado, el "pie tierno", se atreva a emplear el hacha sin haber recibido las instrucciones necesarias para su uso. Esto trae como consecuencia, por supuesto, algunos accidentes que pueden ser graves, y que siempre causan el deterioro rápido en el hacha, que pronto queda inservible.
A diferencia del cuchillo un hacha es utilizada para trabajos más pesados los cuales con un simple cuchillo podrían llevarse mucho tiempo y no obtener el resultado deseado.
Hay una gran variedad de hachas que pueden ser utilizadas para diferentes actividades pero siempre cumpliendo su función básica que es la de cortar a través de su filo. El modelo de hacha más conveniente es el llamado canadiense, de mango doblemente curvado. La parte opuesta al corte debe ser plana, no terminada en punta ya que puede ser peligrosa.
Esta parte plana puede servir como martillo en trabajos ligeros, no debe usarse en trabajos pesados porque se puede desequilibrar. En los trabajos que exijan golpes algo violentos no debe emplearse, pues el del hacha se deformaría, saliéndose el mango. El golpe con el hacha debe darse sin que apenas se haga esfuerzo muscular.
El hacha tiene que cortar por la fuerza adquirida por la caída de su masa desde cierta altura. Por ello conviene y es preferible que sea algo pesada. El individuo se limita a dirigir el golpe. Este no debe darse vertical- mente sobra la madera que se trata de partir, pues la elasticidad de la misma absorbe parte de la fuerza, sino con una inclinación de 60° aproximadamente, de un modo alternativo de derecha a izquierda y al contra contrario, haciendo una entalladura en "V".
Nunca debes dirigir los golpes hacia la mano o pie que sostenga la madera, pues cualquier desviación podría ocasionaría un accidente.
Toda madera que se vaya a cortar, ha de colocarse sobre un tronco de leña o pedazo de madera que haga de muesca, dando los golpes exactamente encima de éste y no en vano. Cuando no se usa la muesca, se corre el peligro de cortar del todo la madera y dar con el filo del hacha en el pavimento o en las piedras del suelo, lo que la dañara.
El hacha se entrega en la mano, con un pequeño golpe, para provocar el acto reflejo del cierre de la misma, siempre agarrando el hierro, si eres el que la entrega, y del lado opuesto al filo como se muestra en la imagen.
Para preservar el filo del hacha en buenas condiciones, siempre procederemos a asentar el mismo una vez concluido nuestro campamento o salida al aire libre.
Podremos hacerlo como indican la imágen, pero siempre deberemos darle un acabado con una piedra al aceite, con el grano que se desee utilizar o que corresponda al estado del filo del hacha, debido a que ésta puede presentar melladuras profundas que deben ser corregidas antes de su nueva utilización.
Cuando vayamos a usar el hacha verifiquemos que a nuestro alrededor, y en un radio de aproximadamente 3 metros, no haya ninguna persona, dado que se puede desprender el hierro del cabo del
hacha, por hallarse flojo, o también puede darse el caso de que se nos resbale el hacha de la mano, y de esta forma podríamos causar un accidente.
Al cortar ramas, utilizando el punto de apoyo, u otro tronco, siempre tengamos la precaución de no sostener el leño a cortar con nuestro pie, porque puede que demos un mal golpe con el
hacha, y la misma termine justamente en la pierna o en el pie, produciéndonos un severo corte. Siempre que debamos usar el hacha trabaremos el leño a cortar con cuñas de madera o piedras del
lugar, o con estacas que podamos llevar para ese fin.
Transportemos el hacha con su filo hacia el suelo, ya que si nos caemos en forma involuntaria, y la transportamos con el filo hacia arriba, podríamos caer sobre ella, produciéndonos una
herida considerable.
Al transportar el hacha, siempre debe hacerse en su funda correspondiente, de cuero o tela gruesa, y colgada en el cinturón detrás de nuestra espalda, dado que es allí y de esta forma donde
menos puede provocarnos accidentes.
Nunca dejemos el hacha tirada en el suelo, porque aparte de oxidarse, puede que alguien sin experiencia la encuentre y se ponga a jugar con ella, pudiendo producirse y producir un serio
accidente. Cuando el hacha no se ha de utilizar, buscaremos un tronco seco, y allí deberá ser clavada con cuidado, junto a las otras herramientas de uso común en el
campamento.
Nunca olvidemos que si somos buenos observadores, y sabemos convivir con la naturaleza, encontraremos a nuestro paso, infinidad de ramas caídas y secas, troncos viejos y secos, y restos que
pueden utilizarse como leña. Siempre es bueno respetar a la naturaleza.
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